LA PARROQUIA

La Parroquia del Santísimo Redentor está situada en el sevillano barrio de Nervión, en la calle Espinosa y Cárcel, 23. La atención pastoral es desarrollada por una comunidad de Misioneros Redentoristas.

Fue convertida en iglesia parroquial por el Arzobispo de Sevilla, Cardenal Bueno Monreal, el 29 de abril de 1962. La comunidad de Misioneros Redentorista ya residía en el barrio desde el 2 de agosto de 1958, en una pequeña casa en Marqués del Nervión nº 92, y dos años más tarde, el mismo día, se trasladaban a la actual residencia de la comunidad, en Espinosa y Cárcel nº 53.

Poco más de un año después, el 17 de junio de 1961, el Arzobispo Cardenal de Sevilla bendecía la iglesia, construida bajo la dirección del arquitecto Fernando Barquín Barón y dedicada al «Santísimo Redentor y Nuestra Señora del Perpetuo Socorro». Al día siguiente daba comienzo la novena a Ntra. Sra. del Perpetuo Socorro para finalizar el día de su fiesta. El promotor de la construcción de esta parroquia fue el P. Ángel Carrillo y su primer párroco el P. Lucas Pérez.

EL NACIMIENTO DE NUESTRA PARROQUIA

Toda historia tiene su prehistoria, y comenzaremos contando –como preámbulo- que en 1940 los Misioneros Redentoristas de España aceptan por primera vez en su historia la atención pastoral de una parroquia. Tal acontecimiento sucedió en Constantina y, sin duda, es el antecedente de nuestra parroquia. A finales de los años 50 del siglo XX, los Redentoristas pusieron sus ojos en la zona de Los Remedios para fundar una comunidad en Sevilla. Pero el arzobispo, cardenal José Mª Bueno Monreal, se mostró más partidario de que la comunidad se estableciera en el populoso y necesitado Barrio de Nervión, y se adquirió un terreno, propiedad del conde del Fresno, entre Porta Coeli de los Jesuitas y el sanatorio de los HH. de San Juan de Dios, –según las crónicas- entre las parroquias de San Bernardo y la Concepción Inmaculada, que atendían entre ambas 40.000 personas.

Los Redentoristas abandonan entonces Constantina –una comunidad permanece en Carmona- y se instalan provisionalmente en la calle Marqués de Nervión nº 92, el día 1 de agosto de 1958. Dos años exactos después inaugurarán su residencia en el actual emplazamiento de la calle Espinosa y Cárcel, al servicio de una zona en crecimiento.

La construcción de la iglesia comienza el 16 de mayo de 1959, bajo la dirección del prestigioso arquitecto Fernando Barquín Barón, que declinó cobrar sus honorarios por la amistad que le unía a la comunidad. Fue bendecida y abierta al culto el 17 de junio de 1961, que en aquel tiempo era la fiesta litúrgica de la Virgen del Perpetuo Socorro. Al día siguiente, domingo, se inicia una intensa actividad: hay eucaristías cada media hora entre las 6:30 y las 12 del mediodía, ¡¡¡unas 12 misas!!! A lo largo del año, el cardenal-arzobispo manifiesta su deseo de crear dos nuevas parroquias en Nervión y en diciembre se publica en el Boletín oficial de la Archidiócesis la futura creación de nuestra parroquia.

El Correo de Andalucía, con las dos fotos que acompañan esta crónica, relata en su edición del 1-5-1962: “A la ocho de la tarde entró el señor Cardenal, que fue recibido bajo palio por la Comunidad en pleno, con muchos sacerdotes y religiosos. Se hallaban presentes la Universidad de Curas Párrocos presidida por su abad, Mons. Tineo Lara; el rector del Seminario, el párroco arcipreste de San Bernardo y representación del capitán general. Entre las órdenes religiosas estaban representados los jesuitas, los padres de los SS. Corazones, paúles y hermanos de San Juan de Dios, y entre las religiosas, las Oblatas del Santísimo Redentor, recientemente establecidas en el barrio de Nervión y las Salesianas… A la salida del templo los fieles, en un numeroso grupo, expresaron al señor Cardenal su agradecimiento y respetuoso afecto”.

Algunas noticias de la época:

ABC sevilla: entrega canónica de la Parroquia (1-5-1962)

Por cierto, que también las Hermanas Oblatas del Santísimo Redentor cumplen 50 años de presencia en Sevilla. Esta viñeta nos recuerda su llegada al barrio de Nervión en 1962.

Una visita al templo parroquial

La Parroquia está dedicada a Jesucristo bajo el título de Santísimo Redentor, ya que es el nombre oficial de la Congregación de Misioneros que se ocupa de la atención pastoral de la Parroquia, los Redentoristas (Congregación del Santísimo Redentor).

La planta del edificio es rectangular (43 x 23 m.), construido en ladrillo visto, con una amplia nave central y dos estrechas naves a cada lado, en las cuales se distribuyen los confesonarios y cuatro capillas. Las dos capillas del cuerpo delantero de la nave están dedicadas a la Inmaculada Concepción y San José, en el cuerpo delantero de la nave (ambas tallas procedentes de la Pontificia Basílica de San Miguel en Madrid). En las capillas que se encuentran junto a los confesionarios podemos encontrar dos motivos bien distintos: Cristo Crucificado y la capilla misionera redentorista, en la que también podemos venerar una imagen de los Mártires de Corea, obsequio de los 78 coreanos que fueron acogidos en nuestra parroquia la semana previa a la JMJ Madrid 2011.

Inspirada en las basílicas de los primeros siglos cristianos, la iglesia es amplia, con aspecto propio de las construcciones de la época y apenas con decoración. Cuenta con algunas vidireras modernas en los laterales del presbiterio y una serie de 13 vidireras decoradas como motivos de la Redención, sobre la fachada principal.

El presbiterio es amplio y está presidido por una curiosa “trinidad” muy redentorista, obra del prestigioso imaginero Luis Ortega Brú. En el centro, sobre una gran cruz, Jesucristo crucificado, Santísimo Redentor del Mundo. Es una talla moderna, de grandes proporciones y marcada musculación, realizada con trazos geométricos. A su derecha le contempla la Madre de Dios, con los brazos abiertos, como queriendo unir al Señor y los fieles. Esta imagen de María, cuya representación se corresponde con una Inmaculada y no con la tradicional «Dolorosa» al pie de la cruz, ha sido estudiada por la curiosa aplicación que hace Ortega Brú del cánon de proporciones abstracto en el planteamiento de la obra. A su izquierda, vestido de Obispo (mitra y anillo pastoral), con un libro en una mano y la pluma en la otra, San Alfonso María de Liguori, fundador de los Redentoristas y Doctor de la Iglesia.

En los calvarios tradicionales, junto a la cruz de Jesús, como indica el Evangelio de Juan, estaban María Santísima y San Juan. Este Apóstol representa a la Iglesia, firme al lado de su Señor y recibiendo de él mismo a su Madre. Aquí el autor ha querido establecer un paralelismo entre San Alfonso y el Discípulo Amado. San Alfonso fue un auténtico apóstol de Jesucristo, llevando el Evangelio, especialmente a los más abandonados, a través de la predicación de Misiones, la renovación de la teología moral católica, la publicación de libros y obras musicales para enseñar al pueblo a orar y la propagación de la devoción y el amor a María, la Madre del Señor.

Como en todas las parroquias redentoristas, en la capilla del Santísimo, sobre el sagrario, se venera el Icono de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro. Hay una decoración de azulejos con motivos marianos y naturales dando marco a esta copia del famoso Icono oriental, cuyo original se venera en Roma.

En el exterior, a modo de torre, una cruz de hierro sobre monolito blanco recibe a los fieles que acceden a la iglesia. Sobre la fachada del templo, hay un mosaico con el icono del Perpetuo Socorro y un amplio azulejo con el nombre de la parroquia.

La capilla de los Santos Redentorista

Con motivo del 50 aniversario de la creación de la Parroquia, se cosntruyó una capilla al lado de la iglesia, con el fin de ofrecer un espacio más adecuado a las celebraciones semanales. Esta capilla parrouial está dedicada a todos los Santos Redentoristas, y tiene una capacidad de unas 100 personas. Además, ofrecerá un servicio de columbarios.

La comunidad y la misión

La comunidad parroquial se construye sobre todas las dimensiones de la Iglesia: la formación en la fe, la liturgia, el servicio y la caridad. Una característica peculiar es el especial acento misionero de sus celebraciones y actividades. El tamaño del templo parroquial está en relación con la gran cantidad de personas que forman la parroquia y participan en ella.

Entre las actividades parroquiales, la formación es quizás lo que ocupa más tiempo y espacio. Existen grupos de iniciación en la fe para niños y adolescentes, y grupos de formación permanente para jóvenes y adultos. Las celebraciones son cuidadas con especial esmero y se desarrollan todos los carismas y ministerios. La Parroquia cuenta con la presencia de una Hermandad Sacramental y de la Archicofradía del Perpetuo Socorro. También hay un compromiso fuerte a favor de los más necesitados en la zona, bajo la gestión de Cáritas parroquial, y al servicio del desarrollo de otros pueblos y culturas, a través de los proyectos que realiza la ONGd Asociación para la Solidaridad, el Voluntariado Redentorista y el sostenimiento de un comedor popular en Lima (Perú). Tanto la Comunidad Redentorista como la parroquia están vinculados al Equipo Misionero CESPLAM, participando en sus misiones en España y América en diferentes formas.

Los domingos, la Eucaristía de las 12 de la mañana está orientada especialmente a las familias, los hijos y los padres. A las 13 horas tiene lugar la celebración de la Eucaristía parroquial. En la tarde, la celebración de las 20 horas está especialmente animada por los jóvenes de la Pastoral Juvenil Vocacional Redentorista. La fiesta más importante de la Parroquia es la de la Virgen del Perpetuo Socorro, el 27 de junio, precedida de un solemne triduo, que procesiona por las calles del barrio el domingo más cercano a su fiesta.